Impresionante arquitectura colonial y vistas inolvidables.

100% recomendable para una escapada de fin de semana,

Encantador hotel, agradable ambiente, con una ubicación ideal que facilita el acceso a lugares interesantes y cómodas habitaciones que garantizan el descanso necesario después de un interesante día explorando la ciudad.

Nada que mencionar

volvería

El hotel es un sueño, todo decorado con estilo colonial. La habitación tenía un baño privado, una cama super cómoda y TV de pantalla plana. La terraza tenía vistas espectaculares, especialmente al atardecer. El desayuno era variado, con fruta fresca y unas mermeladas riquísimas. El personal es tan amable y se notaba el cariño por el lugar.

Una vista para recordar

El hotel tiene un ambiente colonial impresionante que te transporta en el tiempo. La terraza ofrece vistas espectaculares de la ciudad, y el servicio es excepcional, siempre atento a tus necesidades.

Tuve algunos inconvenientes con el ruido en la habitación, especialmente durante la tarde. A pesar de la belleza del lugar, la calidad del agua caliente no era la mejor, lo que dificultó algunas duchas.

El hotel es impresionante, con habitaciones amplias y un diseño colonial cautivador. La atención del personal es excelente, siempre dispuestos a ayudar. El desayuno incluye deliciosas opciones como omelettes y frutas frescas.

Las instalaciones del spa podrían ser mejores.

Este lugar me queda perfecto, con wi-fi, recepción 24 horas y un bar acogedor. Recuerdo que en mi primera estadía, el personal me ayudó con un check-in tardío. ¡Siempre regresaré para unas vacaciones!

Ubicació excel·lent, a prop de la plaça. Habitació espaiosa i ben decorada, amb detalls que fan la diferència. El servei molt atent, sempre amb un somriure. Ideal per gaudir de Sucre amb comoditat!

maravilloso, maravilloso, maravilloso

Me alojé por una noche y no quería irme. La arquitectura colonial es impresionante, como si estuvieras en un museo. La terraza tiene unas vistas espectaculares, imagina el atardecer pintando el cielo mientras disfrutas de un cóctel. El desayuno fue todo un festín, con frutas frescas y deliciosas mermeladas que te hacen sonreír desde la mañana.

100% recomendable 😊❤️

La habitación era tan cómoda que sentí que me había transportado a un cuento de hadas colonial, con muebles franceses del siglo XVIII que me hacían sentir como un noble. La terraza tenía vistas que eran dignas de una postal, especialmente al atardecer, como si el sol decidiera hacer su gran actuación antes de despedirse del día.

Ruidos ocasionales

La habitación era muy cómoda, con una cama y ropa de cama que te hacen sentir en casa. Las vistas desde la terraza eran espectaculares y el ambiente colonial del hotel es impresionante, parece un museo. Sin embargo, el ruido en la habitación durante la tarde fue un poco molesto a veces.

Experiencia colonial única en el corazón de Sucre

La estadía fue simplemente encantadora. Me fascinó el ambiente histórico del hotel, que te transporta a épocas pasadas con su decoración colonial, y las habitaciones son amplias y cómodas. La variedad de frutas y panes en el desayuno era deliciosa, y la vista desde el restaurante hacia el patio lleno de flores contribuía a una atmósfera muy cálida. Sin embargo, me gustaría que los tiempos de espera en el restaurante fueran más cortos, ya que es evidente que los platos se preparan con esmero.

El ambiente colonial es impresionante y el hotel parece un museo con su arquitectura. El desayuno podría ser más fresco y variado, el pan estaba un poco seco. La terraza ofrece vistas espectaculares de la ciudad y la atención del personal es siempre atenta a tus necesidades.

El encanto de la arquitectura colonial.

me encantó la amabilidad del personal, la decoración colonial es una locura y la terraza tiene unas vistas brutales de la ciudad. el ambiente es super acogedor y te sientes como en casa. la ubicación es perfecta, todo a un paso. definitivamente el mejor hotel en el que me he quedado en bolivia.

los tiempos de espera en el restaurante fueron un pelín largos y la calidad del desayuno podría mejorar.

El desayuno ofrece fruta deliciosa y panes que recordarán a los sabores finales del siglo XIX. El ambiente elegante en los espacios comunes y los patios, junto con la decoración antigua, brinda una experiencia única que te transporta a otra época.

Durante mi estancia, muchas instalaciones no estaban habilitadas debido a las festividades, lo que limitó mis opciones. La falta de mantenimiento en los baños hizo que la limpieza y el estado general parecieran descuidados, además, el ruido proveniente de la terraza fue un obstáculo para descansar adecuadamente. La calefacción no funcionaba, lo cual fue incómodo, especialmente en noches frías.